En el siglo XII, la Iglesia de Europa no sólo se enfrentó a enemigos externos, sino que cada vez más personas dudaron de las enseñanzas de la Iglesia o adoptaron otras creencias. Para detener y erradicar esta desintegración del orden europeo, el Papa Inocencio III proclamó una cruzada contra los cátaros que vivían en el sur de Francia en 1209. Estas personas rechazaron el cristianismo en principio y creyeron en un universo dualista de equilibrio.
El ejército de la cruzada era de unos 10.000 hombres al principio. Desde un punto de vista militar, esta campaña fue muy unilateral, porque los 10.000 caballeros entrenados, arqueros y soldados de a pie apenas se enfrentaron con más que campesinos. Sólo en Béziers, los soldados habrían matado a unos 20.000 hombres, mujeres y niños. Aunque el Papa intentó poner fin a esta matanza, no pudo evitar la muerte de hasta un millón de cátaros.
La cruzada de la Orden Alemana en Europa del Este:
Debido a las campañas fallidas contra los países bálticos Prusia y Lituania, la gente que vivía allí no pudo ser pacificada ni integrada en el estado de orden. Así pues, la Orden Teutónica recibió el Llamado a la Defensa de la Fe y desde 1230 marchó a través de Prusia hacia la actual Lituania, Letonia y Estonia. Sin embargo, nunca pudieron pacificar realmente a los países, de modo que los disturbios estallaron una y otra vez hasta que los Caballeros de la Orden fueron rodeados y destruidos por guerreros paganos en la Batalla del Durbe en 1260. Desde entonces, la Orden se ha concentrado cada vez más en su territorio en Prusia, donde pudo mantener su posición hasta el siglo XIV. En 1410, sin embargo, la Orden se enfrentó a una alianza entre Polonia y Lituania que llevó a una derrota devastadora de la Orden en la Batalla de Tannenberg y finalmente eliminó su posición en Europa Oriental.
La guerra contra los husitas:
Otro escenario de las cruzadas intraeuropeas del siglo XIV fue la guerra contra los husitas en Bohemia. Los husitas eran seguidores de las enseñanzas del teólogo y reformador checo Jan Hus, así como de sus nombres. Sin embargo, la iglesia llamó hereje a Hus y lo quemó en la hoguera el 6 de julio de 1415. Así, sus seguidores se rebelaron contra la corona de Bohemia y, a cambio, el Papa Martín V proclamó una cruzada en 1420. Debido al uso de la nueva tecnología de una pistola de 20 cm de largo por parte de los husitas, esta cruzada, así como otras dos en 1421 y 1424, quedó estancada.
This post is also available in: Deutsch (Alemán) English (Inglés) Français (Francés) Italiano 简体中文 (Chino simplificado) Русский (Ruso) العربية (Árabe)